lunes, 11 de febrero de 2013

Feliz Año Nuevo Tibetano (2140)


En la tradición tibetana el día de la luna nueva del duodécimo mes de su calendario, que normalmente coincide con febrero, señala el final del ciclo anual y el comienzo de un nuevo año. Es el Losar, Año Nuevo Tibetano, y las celebraciones relacionadas con él son uno de los eventos más importantes  en la Tierra de las Nieves. El pasado 10 de febrero comenzó el 2140,  año de la serpiente de agua yin.
Previamente, durante los últimos días del año, se realizan prácticas dedicadas a los protectores, su función es eliminar todo tipo de obstáculos para encarar el nuevo año, y renovar el ímpetu en nuestra vida y en nuestra práctica. 
El 10 de febrero, día del Losar, por la mañana, se lleva a cabo un ritual llamado  Riwo Sang, ofrenda de humo purificador, por la tarde un Tsok de Guru Rinpochéy al anochecer una ofrenda de velas. Todas estas actividades tienen como objetivo atraer circunstancias favorables para la práctica del Dharma y sembrar causas y condiciones para que aumenten la paz y la armonía en el mundo.
Los quince primeros días de cada año se celebran los milagros de Buda, y es una de las mayores festividades anuales del budismo. Durante estos días el resultado de las acciones se multiplica por 100.000. Por eso es muy importante, en esta época, incrementar las prácticas virtuosas. 

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